Vienes y te vas, me amas y me odias, te marchas y regresas, me besas y me insultas. Me canse de seguirte, me canse de llorar, se ha vuelto una obsesión, me volviste masoquista. Déjame llorar. Quiero regresar. Quiero volar.
Abrir mis alas, irme lejos. No me alcanzas. No me mires. El sol te ciega. No me busques. Como pájaro amaestrado me tenias sin necesidad de una jaula. Me cortaste las alas y me convenciste de odiar el viento. Trataste con tanto esmero que aprendiera a hablar, y ahora me callas.
Ventana abierta. Cuantas veces me dejaste salir para capturarme nuevamente. No con armas, ni con amenazas, no con violencia,más bien con palabras, con ternura, con caricias. Con promesas.
Por fin te decidiste a dejarme libre. No es sólo ahora la ventana sino la puerta la que abriste para que saliera y ahora cierras para que no entre.
Agua de mi manantial, ya no quiero volar. ¿Ser libre? ¿Qué es eso? Yo no lo quiero. Toco tu puerta, ¡Déjame entrar! Corre las cortinas. Vuélveme a amar.
Por una rendija te veo mirar una foto nuestra. Decidió sales y dejas en el jardín unas migas de pan, "pobresilla, no se valla a morir". Al verte corriendo en tu hombro me quiero posar, jugar con tu oreja, comer de tu mano.
Finges ignorarme. Un portazo en mi cara.
Espero aprender a vivir en libertad. Espero aprender a volar.
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