Un hermoso recuerdo.

Se encontraba la doncella sentada en una silla, la cual tenía la apariencia de poder desbaratarse en cualquier momento.

Con un pañuelo de seda limpiaba sus ojos, ya rojos e hinchados de tanto haber llorado, mientras recogía pacientemente los pedacitos restantes de su corazón, aquel que había pertenecido fielmente y por mucho tiempo a un sólo hombre. Ese quién una vez le prometió amarla por siempre más no logró cumplir con aquella promesa.

La pobre pequeña estaba muerta de miedo. Nunca pensó que volvería a estar sola. Creyó con toda su alma y juró al cielo que iba a amar a aquel hombre asta el cataclismo en el final de los tiempos. Y ahora no había nada que ella pudiese hacer, pues se había dejado en claro que el amor que él sentía se había desvanecido, y ella, con todo el valor que logro juntar, lo dejó ir, aun cuando el amor que sentía por aquel caballero incrementaban con el pasar de los segundos.

De repente unos brazos la rodearon, se sintió increíblemente debil en ese momento y comenzó a llorar nuevamente.

-*Todo estará bien* le dijo una voz masculina.

Ella lloró más fuerte pues no era la voz que a ella le hubiese gustado oír.

El llanto se prolongó por horas y el dolor aumentaba con cada lagrima.

Entre sollozo y gemido ella preguntó.

-*¿Qué acaso no hay ninguna historia de amor que termine con un final feliz para ambos amantes?*

No esperaba una respuesta. Sentía que todos sus pensamientos de amores eternos eran inmaduros y estúpidos.

-*Si la hay*- le contestó aquel compañero que trataba consolarla en su momento más desdichado-*es sólo que has estado buscándo en el libro equivocado.*

Poco a poco las lagrimas disminuyeron y aquellas palabras comenzaron a penetrar en su mente, en su alma, en su cuerpo, en su corazón.

Se puso de pie y sonrío decidida a convertir todo lo que alguna vez había sido su única razón para vivir en un simple recuerdo. Un hermoso recuerdo.

(Basada en hechos reales. Basada en mi vida)